Aquí van unos trucos confesables para que coser telas difíciles no se convierta en un castigo:
- Coser tela gruesa: Una
buena solución es poner una cerilla entre la prenda y el botón, coserlo, quitar
a continuación la cerilla y enrollar el hilo bien apretado por debajo de él.
- Coser plástico: Evitarás
que se pegue si, por debajo, pones una hoja de papel de periódico.
- Coser polipiel: Prueba
a untar un poco de lavavajillas por la yema del dedo por donde vayas a coser.
- Coser cuero: Primero,
marca el recorrido con un poco de tiza o pon cinta adhesiva en la zona para
coser con precisión. Utiliza agujas cónicas, son más adecuadas.
- Coser telas muy
finas: Como por ejemplo la gasa, que tiende a moverse cuando se está
cosiendo a máquina, es aconsejable colocar unas tiras de tisú entre la tela y
la máquina.
- Coser telas con pelo: Aumenta
la presión de cosido, porque la aguja tiene también que atravesar los pelillos
de la tela y necesita más fuerza. Al planchar, hazlo del revés, para conseguir
que los pelillos nos e aplasten. -
- Coser crespón: Tienes
que ajustar la longitud y tensión de la puntada muy bien, para que la tela no
se arrugue. Lo más conveniente en este caso es dar una puntada larga, con menos
fuerza.
Otros truquillos:
Para coser a máquina un
tejido delicado como raso, terciopelo, moaré... pon debajo de la tela una hoja
de papel y evitarás que después la costura se rice y tire.
- La costura te quedará
mucho mejor si utilizas siempre la aguja adecuada. Las cortas son ideales
para la costura a mano de prendas más bien finas. Las largas y
puntiagudas sirven para hacer bastilla o para fruncir. Por último, las agujas
muy largas te irán bien para hilvanar y para coser tela.
- Si se te ha perdido el dedal,
puedes improvisar uno poniéndote en el dedo una tirita y apoyando la aguja en
la parte que está almohadillada. Será una buena solución hasta que compres un
dedal nuevo.
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